sábado, 19 de marzo de 2011

Vacíos e influencias

Anoche volví a salir después de tanto tiempo y volví a toparme con ese vacío al que creía estar acostumbrada. Con nadie pude hablar de arte, de filosofía o de cine, tampoco de música. En lugar de eso, en cierto momentos hubo silencios incómodos y muchas risas insustanciales. No me quejo, entiendo que de vez en cuando está bien evadirse, no lo niego, pero se echa en falta y te hace irte a casa como con el estómago vacío. Más aun si te ves asediada por imposiciones sociales típicas como el botellón o lo que es lo mismo, llegar a un estado de embriaguez tal, que olvides que eres persona para volver a sacar tu originario animal. No, supongo que ya he pasado esa fase. Como tantas cosas en mi vida, todo ocurrió hace mucho, y ahora parece que con 20, tengo 30. Mis disculpas hacia esta, mi sociedad, pero no me apetece pasar frío, destrozarme el estómago con alcohol barato y acabar haciendo cosas de las que pueda arrepentirme. 



Además, con lo agradable que es tomarse unas cañas con buena compañía al infravalorado sol. O cenar en casa de unos amigos y acabar la noche entre risas y alguna copa innecesaria, pero espontánea. No, es mejor salir a beber. ¿Me estaré haciendo vieja, como me tildaban anoche? También sosa, quejica y aburrida. Siento no compartir el modo de diversión imperante. Lo siento, no lo puedo evitar. Prefiero mil veces ver una buena película, escuchar música, leer o mantener una conversación interesante con una taza de té. Asi soy yo, todo un cliché.

 
Intentando paliar todo eso, empiezo a leerme 1984, de George Orwell, que espero me deje tan satisfecha y antisocial como el libro de la misma línea, A Brave New World
Ando entre insatisfacciones, sin embargo, ya que mi economía se resiente cada vez más si añadimos que lucho por ahorrar -sin fuente de ingresos oficial- para el retorno a mi germánica tierra olvidada. 
Por no hablar de la indecisión de no saber qué hacer con mi vida, qué camino elegir o qué ponerme cada mañana. Descubro finalmente que soy insegura y que, eso en parte me hace estar abierta a cualquier opinión o influencia, aunque luego digan que no soporto las críticas. 

5 comentarios:

Dilealarabia dijo...

Si no supiera perfectamente de lo que estás hablando no me sentiría tan irrefrenablemente impulsada a comunicártelo. Pero si tú con 20 ya estás en esas, imagina lo que nos depara el futuro a mi mejor amigo y yo, que con 17 ya nos encerramos en su casa a ver "Largo domingo de noviazgo" con una buena manta en vez de tirarnos a la calle a pasar frío.

Ánimo pues :) Somos pocos, pero selectos. Y aunque yo soy más de manzanilla, el día que te apetezca un té, te propongo que me avises. Las conversaciones de verdad escasean hoy en día.

Tara dijo...

Me hace mucha ilusión que comentes, Ove I. Moore, porque pocos me han comentado y encima tú lo has hecho con creces. Siempre alegra encontrar a otro selecto/a por estos lares tan diáfanos. Un besito, y estamos en contacto :)

Drerhu dijo...

Semos de gustos maduros,aunque luego nuestra personalidad sea toda juvenil.

Además,que nunca hemos sido de dejarnos llevar por los "convencionalismos",sino por lo que a modo de impulso nos apetece en el momento señalado ;)

Sigue como hasta ahora, bastión de las inquietudes, frente la sosez que nos rodea en el dia a dia

Anónimo dijo...

Un mundo Feliz de Aldous Huxley es una novela que me inspiró muchísimo para teorizar sobre la vida...así que no he podido evitar dejar un comentario...
Por experiencia, te diré que no te estás haciendo vieja, no eres un cliché, simplemente no sabes o no quieres adaptarte, quieres sentir que no formas parte de la masa... pero no te das cuenta de que también perteneces a una masa, la masa de los diferentes.
Eres diferente, y algunos preferimos serlo, pero eso no nos hace superiores. Simplemente, diferentes... siéntete orgullosa, porque estás donde has elegido estar.

Tara dijo...

Muchas, muchas gracias por tu comentario; siempre me hacen especial ilusión.
Ahora me veo obligada a aclarar que no me siento superior. No creo que haya gente que sea peor que yo por cualquier razón, pero como bien has dicho, Anónimo, yo, poco a poco, voy eligiendo dónde querer estar, en gran parte por CONOCER algo más allá de lo que se ve en la superficie. No lo sé todo, pero al menos quiero saber, cosa de la que no todos quieren estar orgullosos.