domingo, 9 de octubre de 2011

La paradoja de un hombre que murió tirándose al vacío.


 PALABRAS PARA JULIA
Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.

Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.

Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

José Agustín Goytisolo

sábado, 8 de octubre de 2011

Courage. Passion. Luck.


             Cada día voy a un sitio donde me enseñan cosas. Sí, me enseñan muchísimas cosas que me hubiera encantado aprender en años anteriores. Voy a un sitio donde no necesito más que escuchar para darme cuenta de que este es mi sitio. Se llama universidad, o facultad, o como quieras llamarlo. Este lugar, al menos en mi especialidad, te ofrece un mundo de posibilidades que distan en gran medida de lo que yo esperaba de mis estudios. 

             Hay algo que es primordial, claro está, y eso es formarse. En los tiempos que corren, formarse es casi un pasatiempo, un puente, a veces de espera, hasta tiempos mejores. En este lugar me forman, pero también me transforman y sobre todo: me hacen crecer. Lejos de mi concepción de una universidad práctica, impersonal y empresarial, me he topado con unas clases que hacen que me pregunte cosas, que me dé cuenta de cómo de importante es el esfuerzo por encima de la casualidad y la pura fortuna. En este mundillo cineasta, el esfuerzo es tanto, que si no, puedes acabar reprimiéndote a tí mismo.  



             Últimamente esta disyuntiva está de lo más de moda en mi vida. O te conformas y te vendes al mercado, a lo que se te ofrece, y creas un producto, o por el contrario, te rebelas, y creas arte, algo de lo que sentirte orgulloso, aunque no a todo el mundo le guste. Es más, sólo un grupo reducido de personas te lo reconocerá. Suena duro. Suena espantosamente difícil. ¡Como si no fuera ya bastante complicado hacer una película! Además, teniendo en cuenta cuán social es el ser humano, y cuánta necesidad de sentirse dentro de un colectivo tiene (ya sea mínimo, como una pareja), esforzarse para ir contra corriente es hasta un poco suicida.   
Closer, por ejemplo, es una pedazo de película, pero no gusta.


              Lo que es, es frutrante. Muy mucho. Te entregas, te arrojas, lo das todo, y eres nada. Se olvidan tus esfuerzos, tus reproches, tus deseos de cambio. El mundo entero pasa de ti. Se premia el conformismo, lo inane, lo superficial. Se lleva la normalidad. Si quieres encajar, sé un hijo de puta. Si no, prepárate. En un mundo en el que los sentimientos más que sentirse, se compran, ¿dónde encajo yo?