lunes, 31 de enero de 2011

We all live in Yellow Submarine, yellow submarine...

                    Últimamente lo mejor que hay dentro de esta cabecita -tan ajena a vosotros- aparece mientras estoy tendida en la cama, en esa etapa del sueño en la que una persona se encuentra entre dormida y despierta. En la misma en la que estaba Paul McCartney cuando compuso Yellow Submarine... En estos días con fiebre se me han aparecido cinco posibles escenas de cinco posibles películas y la frase final del discurso de un Óscar... Y aseguro que no recuerdo una palabra de todo ello.
                    Me duele la mandíbula (¿es esto relevante?) como si alguien hubiera sellado con grapas mis labios y ahora sólo tuviera una especie de boca en forma de beso de geisha que no pudiera abrirse por miedo al dolor. Labios agrietados...dientes apretados -del frío-...maldita fiebre.
                     Cada vez más (cuando una tiene tiempo más y cuando no también) se da cuenta de lo desastroso que es todo lo que le rodea, de cómo el sistema se ha encargado de hacernos cada vez más individualistas...y,¿era este su propósito desde el principio o sólo un bien colateral oportuno? Por qué, si sales a la calle sólo ves a jóvenes que, esclavas de la moda se maquillan como prostitutas y son las reinas del mundo, o por qué las librerías tienen la planta baja repletas de lectores ansiosos por una gran historia irreal que les haga creer que la mierda que ven día a día no es todo lo que hay; por qué incluso dentro de un círculo que juega a ser anticonformista se uniforman todos igual, a cual más bohemio...; por qué debe haber una televisión encendida en casa las 24 horas del día para no sentirnos incómodos; por qué la gente ya no sonríe si no es maliciosamente y ¿por qué valores banales han ido ocupando el valor de los intelectuales?¿por qué?¿Acaso así nos va mejor? ¿Hemos avanzado quizá a un mundo en el que prime la libertad y todos seamos felices en comunidad? Debo ser una ermitaña si no me he dado cuenta...Sin embargo, lo trágico es que ser antisocial en estos tiempos no es la causa, sino la consecuencia. 

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