jueves, 18 de octubre de 2012

No te aferres


Tú me has dejado aquí, sola, con todos mis miedos, mis remordimientos y mis malos pensamientos. Me has dejado y eso es algo que egoístamente, no puedo comprender. Soy como una huérfana a la que quisieron demasiado pero no pudieron soportar tenerla. Y pensar que apenas hace un mes vi cómo llorabas por mi por primera vez, vi cómo te rompí el corazón y no entiendo cómo entonces no reaccioné a nada. Cada vez que me di por vencida, cada vez que creíste haberme perdido, no era más que un simulacro para que reaccionaras, porque necesitaba sentir todo ese amor que demostrabas cuando veías que lo nuestro iba a terminar. Sólo quería eso. Saber que ese del que me enamoré seguía ahí, haciéndome sentir la única en el mundo, la única posible...

Pero al final no, al final sólo me hiciste sentir como alguien a quien podías sustituir en cualquier momento, alguien a quien poder reemplazar en cuanto no te sintieras culpable por haberme dejado. Otra más en la lista de las que no pudieron ser, y por las que no valía la pena esforzarse y dejar todo al azar. Como ves, intento exonerarte. Me hago creer que simplemente el cosmos o lo que sea no quería que estuviéramos juntos, y tu simplemente le hiciste caso, dejaste de sentir. Y no sé porqué lo hago, porque realmente no te lo mereces. Nunca olvidaré todo lo mal que lo hiciste, todas esas veces que esperé algo de ti, no algo más, algo. Que volvieras, que lucharas, que no te conformaras. Tantos recuerdos, tanto tiempo juntos para sentir que no me conocías de nada, que no sabías que esos simulacros eran intentos desesperados de que me prestaras atención. Y sigo justificándolo, cuando al escribir todo esto me doy cuenta de que realmente nunca me quisiste lo suficiente, o al menos no en el momento correcto. Y si leyeras esto, tú no te revelarás, te enfadarás porque no paro de decir tonterías cuando tú sólo estás pensando en olvidarme. Te resultará fácil. Apenas recuerdas los últimos días, y los últimos días yo era la mujer más desdichada del mundo.


Demasiado enamorada de alguien que ya no existe.

No hay comentarios: